lunes, 14 de diciembre de 2015

"El puente de los espías": Spielberg sigue siendo muy bueno.


Queridos "Cinéfilos":

Es de sabios saber retirarse a tiempo para que el balance final de una vida artística o profesional exitosa no se vea decrecido por obras cuyo nivel no corresponda a las anteriores de esa persona. Pocas cosas más patéticas que finales de "pitos", precedidos de  avisos con "palmas y pitos", tras múltiples faenas de "dos orejas y rabo" en los años gloriosos.

Por ello me da mucho placer poder afirmar aquí que, en mi opinión (también de la gran mayoría de la Crítica), Steven Spielberg tuvo y retiene, a punto de cumplir 69 años, el talento, la profesionalidad y el ojo clínico para escoger buenos temas y realizar espléndidamente interesantes películas, como ha hecho en el presente caso con "El puente de los espías" ("Bridge of Spies" USA 2015).

Vamos por partes:
  • Estimo que esta es una película que resultará interesante para un muy mayoritario porcentaje de espectadores porque narra amenamente un histórico caso, realmente dos, de espionaje entre la URSS y los EEUU en los años 1959 y 1960, vamos en plena Guerra Fría, reflejando perfectamente con dos o tres secuencias lo que ese ambiente significaba para el americano medio. Fantástica la escena de la escuela cuando están explicando a los alumnos de 9 o 10 años cómo actuar en caso de un ataque nuclear (permitidme recordar una historieta en plan "persona mayor": otoño de 1962, en plena crisis de los misiles en Cuba, incidente actualmente reconocido como la situación histórica en la que el Mundo ha estado más al borde de una guerra nuclear y, presumiblemente, final, en el patio de mi colegio los alumnos de tercero de bachillerato comentábamos preocupados el tema; uno de nosotros, me es imposible recordar quién fue, dijo muy seriamente, "Deberíamos confesarnos". Nadie se rió. Salvo que sea un fallo de mi gastada mente, ocurrió exactamente así, y eso que a nosotros no nos habían dado en el colegio la mínima información o instrucción sobre ese tema).
Abogado y acusado en el juicio
  • Los guionistas, Matt Charman, Ethan Coen y Joel Coen (sí, estos dos últimos son los "hermanos Coen", codirectores de muchas buenas películas aquí comentadas), con la obvia aprobación y estímulo del director, han hecho una obra nada maniquea, hasta el punto de que el segundo personaje más atractivo de la trama es el espía soviético "coronel Abel", que llevaba años perfectamente insertado en la sociedad neoyorkina como un ciudadano residente con pasaporte británico, mientras que la CIA es retratada como una agencia que sigue férreas directrices antisoviéticas y que no muestra el mínimo interés por prestar ayuda a algún joven e inexperto ciudadano americano que se encuentra en el sitio inadecuado en el peor momento posible (durante la construcción a marchas forzadas y sin preaviso del Muro de Berlín). Incluso los sistemas judicial y penitencial americanos son presentados como demasiado contaminados por el obvio clima anti URSS dominante en la gran mayoría de la sociedad estadounidense durante la Guerra Fría, de forma que en el primero el juez trata de no aplicar derechos constitucionales a un acusado no americano y en el segundo los guardianes de la cárcel de hacerle particularmente incómoda su condena. Respecto al lado soviético, el tratamiento que como prisionero recibe el piloto del avión espía U2 americano derribado sobre la URSS, obviamente nada humanitario, no es presentado como físicamente torturador, tan sólo con infinitos interrogatorios en vigilia constante y situaciones de encarcelamiento muy duras, pero perfectamente creíbles según lo que ahora sabemos con mucha certeza.
Spielberg le da instrucciones a Mark Rylance
  • Quiero subrayar el interés puramente histórico del guión. Me pregunto, Jóvenes Cinéfilos del Brat Pack: ¿Sabéis algo de que un avión espía americano U2 fue derribado y su piloto hecho prisionero sobre la URSS en mayo de 1960?. Yo juraría que el 90% del público que llenaba el cine el pasado miércoles no tenía ni idea, como tampoco yo tenía la menor constancia de la detención del espía soviético "coronel Abel" ni de que ambas personas fueran intercambiadas en un puente entre las dos zonas del Berlín de entonces tras un acuerdo secreto USA-URSS, en cuya negociación el único representante americano, desde luego no oficial, fue justamente el abogado defensor del espía soviético que, contra todo pronóstico, había conseguido para éste una condena de cárcel no perpetua en vez de la pena de muerte mayoritariamente demandada, lo que había dado lugar a una campaña popular en contra suya, incluyendo atentados en su hogar. Al final de la película, sendos carteles explicativos nos informan del destino posterior de los cuatro personajes principales, destacando entre ellos el del citado abogado defensor, al que se le encargaron posteriormente otras no menos complicadas misiones, como interceder ante las autoridades de la Cuba castrista para buscar intercambios humanitarios tras el intento de invasión de Bahía Cochinos.
    El abogado-negociador en el aeropuerto de Berlín

  • Los intérpretes son buenos en general, especialmente sobresalientes Mark Rylance como el espía soviético y Tom Hanks como su abogado defensor. Algún crítico apunta como antecedente para la interpretación de Hanks a James Steward. Yo, sin quitarle la razón, si esta película se hubiera rodado 40 años antes veo perfectamente en el papel al espléndido Jack Lemmon de "Missing".
  • La ambientación resulta impecable, la fotografía de Janusz Kaminski excelente y la banda sonora del muy conocido Thomas Newman ("Camino a la perdición", "Revolutionay Road", "La Dama de Hierro", "Sky Fall", "Spectre"...) también es muy buena.
  • Respecto a la dirección de Spielberg, como ya imaginaréis, de nuevo es excelente y consigue que todos los componentes encajen perfectamente, resultando una película que yo podría creer que la ha rodado Clint Eastwood, lo que por mi parte es un enorme reconocimiento. Desde luego no alcanza el nivel de gracia de su, para mí, obra maestra, "La lista de Schindler", ni el impacto de las entregas 1ª y 3ª de  Indiana Jones (la 4ª resultó infumable), películas éstas absolutamente de otro tipo. Aplicando una comparación proporcional, yo diría que en la producción de Spielberg "El puente de los espías" es a "La lista de Schindler" como en la de Eastwood es "El intercambio" respecto a "Mystic River", por lo que le daría un 8,5, sin llegar al 9 porque en este caso creo que lleva razón Oti Rodríguez Marchante cuando opina que “...La película no es apasionante; es muy buena, de narración clásica, mirada inteligente y compleja, un excelente transmisor de valores y principios, pero sin inflamar de pasión al estilo Capra-Stewart...”Pero a pesar del "pero", es de lo mejor y más aconsejable que he visto este año.
Al lado del Muro en construcción
Por si fueran de vuestro interés, os incluyo los siguientes enlaces:

Tráiler en castellano:

Excelente presentación, como siempre, en “Días de Cine” de La 2 (7 min):

Crítica de Oti R. Marchante en ABC “Caballero sin espada con filo”:

Comentario de Luis Martínez en El Mundo “El aroma de una obra maestra”:
http://www.elmundo.es/cultura/2015/12/03/5660424e22601dc15f8b45d4.html

Comentario de Carlos Boyero en El País “La Guerra Fría sin histeria”:

Comentario de Salvador Llopart en La Vanguardia “Nada moderno y muy siglo XXI”: 

Buen CINE, Amigos.

Manrique       

 

6 comentarios:

  1. Manrique, excelente "resumen" con el que estoy totalmente de acuerdo, especialmente con el orden en que valoras las intrpretaciones de Mark Rylance y Tom Hanks. Como no puedo tocar una coma a los aspectos cinematográficos de tu crítica, permiteme una digresión con ramificaciones.

    Digresión: Es de resaltar la visión del héroe que se respira en la cultura americana y en esta película en particular. Al final las grandes o pequeñas hazañas están hechas por personas que dan la cara y es el individualismo el que protege los valores colectivos.

    Como digresión de la digresión aconsejo buscar y ver "La Guerra de Charlie Wilson" (Mike Nichols 2007), del mismo Hanks, no por sus valores cinematográficos si no porque explica muy bien mi digresión anterior aunque en este caso para algo tan, a mi juicio, equivocado como echar a los rusos de Afganistan.

    Entrando ya en el terreno de la divagación, los recientes asuntos de Ukrania y la pretensión de echar a los rusos de Sebastopol puede que vengan del mismo hilo.

    Y como remate de mis alucinaciones, siempre hay que buscar la ayuda de los clásicos

    Bob Dylan nos decía en 1964 bajo el título de "With God at our Side":
    "...
    We forgave the Germans
    And we were friends
    Though they murdered six million
    In the ovens they fried
    The Germans now too
    Have God on their side

    I’ve learned to hate Russians
    All through my whole life
    If another war starts
    It’s them we must fight
    ..."

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  2. Imposible añadir nada a la documentadísima crítica de Manrique. Solo decir dos cosas: que a mí también me gustó la película, y que hace muchos, muchos años, estuve allí.
    A bordo de un Dyane 6, la versión de lujo del mítico Dos Caballos, emprendí en su momento un interminable viaje desde Ferrol hasta Berlín. Crucé las autopistas "rigurosamente vigiladas" a través de lo que entonces era Alemania Occidental hasta llegar al sector americano de Berlín.
    Y no contento con eso, después de visitar la sede de la Bauhaus y el entonces alternativo barrio de Kreuzfeld, me atreví a cruzar el paso fronterizo de Checkpoint Charlie, que por cierto aparece en la parte final de la película, para adentrarme andando en Berlín Oriental.
    Si alguna vez hubiera simpatizado con el régimen soviético allí se me habrían abierto los ojos. Museos magníficos, si, pero también barrios en ruinas, y una burocracia omnipotente que se notaba hasta en los cafés de Alexander Platz, que visité en honor de otra película.
    El toque final, que ahora me recuerda a "La vida de los otros", lo descubrí al llegar a España: los escáners de Checkpoint Charlie estaban diseñados para velar los carretes de las máquinas de fotos, sin duda para que la difusión de las imágenes de la vida cotidiana en el Este no atrajera una marea de obreros occidentales en busca del paraíso bolchevique.
    Pobre Lenin, qué gran persona y qué mal heredero dejó.

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  3. Perdón por la errata, pero evidentemente lo que cruzaban las autopistas era Alemania Oriental, entonces conocida como República Democrática Alemana.

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  5. Creo que estamos ante una obra maestra gracias, sobre todo, al guion de los hermanos Coen que ponen el punto de vista de la historia en el abogado Donovan. Este se enfrentará a su familia, a su jefe y a la opinión pública, ya que no duda en defender el derecho de cualquier ciudadano a un juicio justo, como lo refleja la constitución americana a diferencia de la soviética. Pues a Donovan no le interesa si Rudolf Abel es o no un espía.
    La relación entre abogado y cliente evoluciona hasta llegar a un entendimiento sorprendente.
    Un momento clave de la película es la negociación en Berlin. Mantenerse firme en sus convicciones y saber esperar son las claves para un buen negociador, y en ésto Donovan tiene gran experiencia, Debo decir que la persona que me acompañaba al cine es un experto en negociación y fue él quien me hizo notar este aspecto muy interesante de la película.
    Hay muchas más cosas que me encantaron, como la estética de la película, la interpretación tanto de Tom Hanks como de Mark Rylance, el detalle de la pérdida del abrigo, el desayuno en el Hilton o el encargo de la mermelada. Los pequeños detalles dan brillantez a una historia.
    En fin no me voy a extender más, merece la pena verla.

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  6. Magnífica película de espías, donde los protagonistas son el abogado, el cumplimiento de la Ley, la firme estrategia de negociación, el hombre de la calle hecho héroe a su pesar, la familia, el abrigo, el tarro de mermelada y la ley de probabilidades aplicada a la negociación de un seguro.
    ¿Sabe alguien lo que espiaba el coronel Abel para la URSS? Seguro que nadie, pero tampoco es importante, porque en esta película la acción de espiar es la trama secundaria. La principal es la otra, la que rodea al mundo de los espías hechos presos en un clima de guerra fría y tensión: la Ley y la negociación.
    Un magnífico guión ha rehabilitado para mi a los hermanos Coen. Una magnífica dirección es lo único que podíamos esperar de Spielberg. Una magnífica interpretación consagra a Tom Hanks y especialmente a Marc Rylance. Película de primera, pero si Ian Fleming levantara la cabeza.....

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